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Personajes LGBTQ+ en videojuegos.

Por Juan Mascorro


Dicen que el arte refleja la historia, y en el caso de los videojuegos, podemos ver cómo nuestra Comunidad se ha ido abriendo paso en el mundo digital a la par que en el mundo real.


Vivienne Pentreath: personaje pionero

La primera vez que un personaje explícitamente LGBTIQ+ apareció en un videojuego fue Vivienne Pentreath, una mujer lesbiana cuya novia había fallecido recientemente, en el juego Moonmist para PC de 1986. Es interesante remarcar que, a diferencia de muchos de los juegos de la época que presentaban personajes de la Comunidad, en este caso no se usó al personaje como chiste o de forma grotesca, sino como una persona carismática, con motivos reales y una historia.


Birdo: icono trans

Uno de los siguientes personajes que encontramos resulta sorpresivo, ya que proviene de Nintendo, compañía de juegos que siempre se ha caracterizado por hacer juegos sin profundizar en la sexualidad o identidad de sus personajes: Birdo.

En el manual original del juego en Super Mario Bros 2 de 1988, se menciona que es un “chico que piensa que es una chica, y le gusta que le llamen Birdetta”. Si bien la referencia el día de hoy se lee antiquísima y muy superada en su forma de describirla, nunca se había hecho referencia tan clara al género de un personaje.


Caper in Castro: orgullo en la pantalla.

El mismo año, salió al mercado un juego que vale la pena recordar siempre en la historia de la Comunidad: Caper in Castro.

Caper in Castro fue creado por C. M. Ralph a fines de 1988, y es el primer juego de temática LGBTIQ+ de la historia. Ralph no vendía el juego, sino que lo cambiaba por donaciones hechas a organizaciones que ayudaran a combatir la crisis del VIH / SIDA de finales de la década. El juego trata sobre Tracker McDyke, una detective privada lesbiana que investiga el secuestro de su amigo Tessy LaFemme, una drag queen de San Francisco.


El camino ha sido largo

A diferencia de estos juegos, hubo muchos otros después donde presentaban personajes de la Comunidad de formas grotescas, como burla o usando estereotipos monotemáticos, como el villano Ash, del juego Streets of Rage 3, de 1994.


Si bien salieron al mercado juegos independientes con personajes LGBTIQ+ que no eran solo una burla o un chiste, habría de pasar bastante tiempo para que la industria nos tomara en serio, dándonos la opción de vivir aventuras digitales de la mano de personas en las que pudiéramos ver reflejados nuestra realidad, orientación y forma de expresarnos.


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