Por Andrea Ramos.

Después de que las compañeras de Argentina hayan logrado la despenalización del aborto, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que en México esos temas ten polémicos deberían someterse a consulta popular y no tener imposiciones desde arriba.
Si bien escuchar al pueblo es no solo importante, sino esencial para el ejercicio de la democracia, parece broma que en el siglo XXI tengan que someterse a consulta los derechos. Pero no se preocupen Mauricios y Sofis del país, los únicos derechos que se cuestiona si deberían existir o no son los de las minorías.
¿Por qué es problemática la propuesta de poner a “votación” los derechos?
Porque en materia de Derechos Humanos, de entrada, no tendrían por qué ser negados a ninguna persona. Desgraciadamente vivimos en un contexto donde “la moral” se antepone a los derechos, las decisiones, la privacidad y la salud de las mujeres. Y antes de que empiecen con el desmadre de “la vida (aunque sea hipotética) es un derecho humano”, una consulta así implicaría también poner a votación si la vida es un DH o no. ¿Ven cómo no tiene sentido desde ningún lado?
En el caso particular del aborto, porque las personas que no tienen útero no tienen nada que decir en el “debate”. “¿O sea que no puedo dar mi opinión sobre el aborto pero si el bebé nace sí me tengo que hacer responsable?” Es correcto Alejandro, qué bueno que lo entiendes. ¿No les gusta? Pueden pasar por su procedimiento gratuito, ambulatorio y reversible llamado vasectomía. Además, no finjamos demencia, la cantidad de madres solteras que hay en México son la clara muestra de que a los hombres jamás les ha importado el tema.
Es una muestra más de la incompetencia de nuestro gobierno. Revisar que se respeten los Derechos Humanos no es una imposición, es una responsabilidad del gobierno. Pasar la bolita a la población y decir “ustedes decidan” es lavarse las manos y prevenir perder las siguientes elecciones.
Porque las “minorías” no tenemos manera de proteger nuestros derechos. Con el argumento de la democracia, se valida y se legitimiza anular derechos de quienes no somos parte de la norma moralina que es plaga en México. Los derechos son para protegernos a todes, aunque en este país nos sigamos comportando como si viviéramos en el siglo XVI.
Así que no, señor presidente, los derechos no se consultan, se protegen.