Hoy traigo una nueva sección que vengo titulando: chismes sáficos intelectuales.
Existe un fenómeno muy interesante en los libros de historia donde relaciones evidentemente LGBTQ+ son presentadas como “amistades íntimas”, pero nuestros ojos queer lo ven y dicen no mi ciela, eso es amor homosexual. Pasa, sobre todo, con personajes que se quieren presentar como admirables o que indudablemente son importantes para que se cuente un pedazo de historia, y con nadie me enoja más este fenómeno con el amor de mi vida Juana de Asbaje mejor conocida como Sor Juana.
¿Por qué? Porque es de las mujeres más estudiadas en la literatura en español y cada vez que alguien *sugiere* que era una mujer sáfica se materializa un hombre a decir: eso no es posible porque hay evidencia de que estuvo enamorada de Antonio Sebastián Toledo. Pues ¿qué crees Fabricio? Que las personas que nos enamoramos de muchos géneros *existimos* y el relacionarnos con vatos no invalida nuestras experiencias románticas y/o eróticas con mujeres.
Pero pues, ¿dónde dice que se relacionaba con mujeres? Pues no hay “pruebas concluyentes” de que se haya relacionado sexualmente con mujeres, pero siendo bien realistas no hay manera de tener pruebas concluyentes de eso a menos que estemos metidxs en el mismo cuarto que ellas. También, siendo bien realistas, ¿de qué otra cosa podría tratarse este poema?:
Yo adoro a Lisi, pero no pretendo
que Lisi corresponda mi fineza;
pues si juzgo posible su belleza,
a su decoro y mi aprehensión ofendo.
¿Quién es Lisi?
La virreina de México María Luisa Gonzaga Manrique de Lara, que fue la “protectora” de la poeta. Era sabido que María Luisa disfrutaba mucho del trabajo de Juana, tanto que tenía una pintura de ella en su recámara porque es la obvia decisión heterosexual que se toma cuando admiras las letras de alguien.
Depende de a quién leamos encontraremos teorías de que estas dos mujeres eran muy buenas amigas, se admiraban la una a la otra y que Juana estaba muy agradecida con ella, por eso le escribía poemas tan bonitos. Ojo que ninguna de estas cosas es excluyente a tener un vínculo romántico o erótico con una persona.
“Pero eso no es suficiente para decir que era lesbiana, se puede interpretar de muchas maneras”... ajá ¡¿y esto?!:
Ser mujer, ni estar ausente,
no es de amarte impedimento;
pues sabes tú que las almas
distancia ignoran y sexo.
Podemos seguir haciéndonos como que los poemas de esta mujer no tienen energía sáfica por todos lados, pero hacerlo implica perdernos el poder y la profundidad de muchos de sus textos porque no es lo mismo leerlos desde la admiración y la amistad que desde el deseo y el amor.
Y sobre si su poesía es la mejor que se ha escrito en español no lo voy a discutir porque
sí es
Octavio Paz, con todo y su misoginia ya lo hizo por mí.
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