Por Juan Mascorro

Cualquiera de nosotres, seamos de la comunidad LGBTIQ+ o no hemos escuchado el discurso de lo “natural” y lo “antinatural”.
Suele ser usado por las personas anti-derechos (pro-vida) para referirse a las relaciones emocionales y/o eróticas diferentes a las cis-hetero, aunque ha habido personas que lo llevan al extremo de llamar así a todo contacto sexual que no sea el coito vaginal con el objetivo de la procreación. Así, toda práctica oral, masturbatoria o anal y que tenga como fin el placer o la satisfacción propia o de la pareja, son “contrarias a la naturaleza”.
La supuesta defensa a este término es que sigue lo que para esas personas es la “finalidad natural” de los órganos sexuales y reproductivos, sin tomar en cuenta los siguientes puntos:
El comportamiento homosexual se da en más de 1,500 especies animales, desde los mamíferos hasta los insectos, y no únicamente en situaciones de ausencia de animales del sexo opuesto o en condiciones de lucha de poder y dominación, sino en ambientes donde hay ejemplares de ambos sexos y en igualdad de condiciones sociales. De hecho, el zoologo noruego Petter Boeckman afirma que “No se ha encontrado ninguna especie que no tenga comportamientos homosexuales, con excepción de aquellas que no tienen rasgos y tendencias sexuales, como los erizos de mar”
La masturbación es una conducta muy común en el reino animal, siendo observada en especies de todo tipo, llegando incluso, en algunos de los animales más inteligentes, a usar palos, piedras u otros animales como juguetes sexuales.
La cópula no es exclusiva para procrear, ya que se ha documentado las relaciones sexuales de todo tipo (vaginales, orales y anales) en animales de todas las clases, tanto en cautiverio como en libertad, fuera de los periodos de ovulación o celo, donde se puede determinar que la finalidad no es la reproducción.
El uso de la “Defensa Natural” para limitar los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y para crear discursos discriminatorios es, como suelen ser siempre, vacíos de argumentos reales, basándose en argumentos religiosos y éticos que fueron superados y desmentidos por la ciencia desde hace más de 200 años. La próxima vez que alguien quiera usar ese argumento contra ti, puedes darle esta información, recordándole que las conductas homo y bisexuales se dan en todas las especies naturales, mientras que la homofobia, solo en una.