Por Luis Ruiz

Comúnmente se dice: “No digo la palabra p*to en un contexto homofóbico, entonces no ofende”. Y quizás eso crean quienes utilizan esta excusa, pero aún hoy en día, no es posible decir esa palabra fuera de un contexto homofóbico porque vivimos inmersxs en un contexto homofóbico.
¿A qué me refiero? Si nos remontamos a nuestras clases de prepa recordaremos que el contexto dentro del proceso de comunicación son las circunstancias que rodean la interacción entre dos o más personas. En definitiva la intención del mensaje es parte del contexto, pero de ninguna forma lo es todo.
El contexto de un mensaje es mucho más amplio que lo que una persona desea comunicar, pues están las circunstancias culturales, históricas, sociales y políticas que también afectan al mensaje y cómo llega al receptor. Es decir, tus intenciones pueden ser llamar “cobarde” a una persona diciéndole p*to pero eso no borra que esa palabra ha sido y sigue siendo utilizada por muchxs para violentar a las poblaciones LGBTQ+.
El contexto no depende de tus buenas intenciones, es más grande que eso. Las experiencias que muchas personas LGBTQ+ tenemos con palabras como esa no se borran nada más porque tú, personalmente, decidas que ya no es un insulto homofóbico.
Si de verdad tus intenciones son taaaan buenas, no creo que te sea tan difícil reconocer que hay muchísimas otras palabras para decir lo que quieres decir y que, puestas en el contexto que nos rodea, no son violentas.